Una chica de cabello castaño, ojos de color blanco, un poco morados como el magenta. Se encontraba con un poco de prisa corriendo hacía su nueva escuela, ya que era su primer día de escuela.
-llegare tarde, llegare tarde- con su chaleco y saco de la escuela en las manos-.
La chica castaña seguía corriendo para no llegar tarde a su escuela. Entra a la escuela desesperada, buscando el salón que le correspondía.
-¡¡llegare tarde y mas a mi primer día de escuela!! Waaa!!- se va poniendo el chaleco con trabajos y luego el suéter-.
Llega un poco desesperada y nerviosa aun frente a la puerta del salón. Se acomoda la falda para lucir presentable y no como de esas chicas mal vestidas. Toma el pequeño espacio que se encontraba en la puerta deslizadora, sentía que el corazón estaba a punto de salirse de su pecho por los nervios. La chica castaña se armo de valor y abrió la puerta de un golpe, que hizo que todos los chicos y chicas del salón la miraran con cara de impresionados como si hubieran visto una estrella de rock o algo así.
-pe…perdón…-entra al salón para esperar al maestro, quedándose pegada en el pizarrón-.
-Buenos Días clase- había entrado un chico de cabello plateado con un cubre bocas su nombre era…-.
-Buenos Días Kakashi-sensei…- todos los de la clase se habían puesto de pie para saludar al maestro que a veces era un poco despistado, su cara lo decía todo-.
La chica castaña seguía sonrojada de la pena con una mano sobre la otra y con casi las rodillas temblando de los nervios por estar en una nueva escuela. El maestro solo tomo el gis y empezó a escribir el nombre de la chica en el pizarrón.
-Su nombre es Hyûga Hanabi, ¿puede presentarse señorita?- mientras la miraba y la chica se sonrojaba más de la pena-.
-ha-hai, m-mi…n-nombre…e-es…H-Hanabi…H-Hyûga…, vine a estudiar a esta escuela porque mi padre sufrió un accidente y murió. Tuve que mudarme hacia acá con mi primo Neji, el estudia en la universidad y también trabaja- toda sonrojada la pobre mientras que los chicos no hacían nada solo se le quedaban mirando. Algunos se sonrojaron al ver la presencia de la chica castaña, otros se quedaron emocionados por su belleza y las chicas…ya saben…se enojaron al ver que los chicos se quedaron emocionados con la chica-.
-Arigato señorita Hanabi, puede tomar asiento…- mientras tomaba la típica libretita de asistencia-.
-etto…sensei, ¿dónde me siento?- aun apenada y lo decía con voz un poco dulce-.
-Buena pregunta…hmm…- pensaba y miraba las filas- te sentaras detrás del joven Uzumaki-.
La chica se quedaba mirando al sensei para esperar la respuesta, ya que la dijo pero trato de decir una pregunta. Tal vez para ella se le hacia una pregunta tonta, pero no lo era…es la típica pregunta de una nueva compañera de salón.
-etto… ¿quién es Uzumaki?- apenada y mirando las filas-.
-¡¡yo!! ¡¡Yo!! ¡¡Soy yo!!- agitaba la mano un chico rubio de ojos azules como zafiros que tenía marcas en ambas mejillas como si fueran bigotes de gato-.
La chica castaña camino con aun temblándole las rodillas, sintió que el corazón ahora si le saldría del pecho por los nervios. Sus manos temblaban, al igual que sus rodillas. Caminaba entre las filas, los chicos y chicas la miraban como caminar, eso la ponía más nerviosa. Llego a su respectivo asiento y se sentó un poco nerviosa aun, ella seguía nerviosa que decidió mirar hacia a un lado un poco para que no se notara que mirara completamente y que le digan “¿Qué me ves? ¿Tienes algún problema?” ella solo miro de reojo a un chico de cabellera negra y de ojos color azabache. Atrás de él se encontraba un chico de cabello castaño y marcas en sus mejillas, casi como las del rubio pero eran franjas rojas y con una bandana en la cabeza.
-¡¡ahora comencemos la clase!!- grito el maestro despistado para llamar la atención de sus alumnos y se puso a escribir en el pizarrón-.
La chica castaña se quedaba mirando por la ventana aquel patio que tenía la escuela, ignoraba la clase del sensei. El chico de cabello castaño y de franjas en las mejillas, le había lanzado un pequeño papelito. La chica castaña había volteado y miro el papelito, el chico castaño le señalaba al chico pelinegro que estaba frente suyo. La chica castaña abrió el papelito que decía: “Hola, bienvenida a Konoha Gauken. Mi nombre es Uchiha Sasuke”.
-etto...- se quedo sonrojada y lo miro sonrojada-.
-hmph – el chico pelinegro ni siquiera le dirigió una mirada, solo miraba hacia enfrente para tomar atención a la clase-.
La chica castaña suspiro sonrojada y miro otra vez hacia la ventana, miraba como los chicos de otros grados jugaban soccer.
-Señorita Hyûga, ¿puede leer el siguiente párrafo de este libro? – Le muestra el libro Icha Icha Paradise-.
Naruto, el rubio de ojos azules, puso una cara de “no otra vez”.
-ha-hai, sensei – se puso de pie desde su banca y camino hacia adelante del salón, tomo el libro y leyó silenciosamente una parte. Se sonrojo levemente y le lanzo el libro al sensei en la cara – SENSEI!!! QUE LE PASA!!!??? POR QUE QUIERE QUE LEA ESO!!!???-.
- …… - con el libro en la cara-.
- etto…sumimasen – sonrojada de la pena-.
- no importa, creo que me precipite al decirte que lea esto… - quitándose el libro de la cara y los chicos de todo el salón la miraron impresionados -.
Continuara........[justify]